El reciente aumento de sueldos de los senadores, que ha pasado de 1,9 millones a 4,5 millones de nuestra moneda local, ha generado indignación y críticas en la sociedad. Esta decisión, tomada sin consulta pública y en un contexto de dificultades económicas para muchos ciudadanos, refleja una desconexión entre los representantes políticos y la realidad del pueblo. La falta de transparencia en el proceso de decisión y la ausencia de debate público plantean interrogantes sobre la equidad y la justicia social en nuestro país. Es fundamental que nuestros líderes actúen con responsabilidad y consideren el impacto de sus decisiones en la sociedad, promoviendo una democracia más transparente y sensible a las demandas ciudadanas.